Violencia de género
En los ambientes de trabajo, además del acoso laboral, los trabajadores y trabajadoras pueden verse sometidos también a la violencia de género. La violencia de género no es acoso laboral en sí, ya que se da contra un grupo y no contra una sola persona y no se busca la destrucción o eliminación de una persona, sino sentir el poder de humillar a las víctimas y “colocarlas en su lugar”.
Esta violencia de género en los ambientes laborales suele estar dirigida hacia mujeres, normalmente por parte de un jefe o de un grupo de compañeros. Se basa en manifestaciones, actitudes y comentarios, más o menos sutiles, en los que se trasluce un desprecio por las personas del otro sexo. En las sociedades o empresas “machistas” estas conductas pueden estar encubiertas o justificadas socialmente. Algunas características de estas conductas discriminatorias son las siguientes:
- El acosador que ataca a mujeres se siente protegido y justificado por el machismo imperante en la empresa, por lo que se sentirá más libre y protegido al atacar a mujeres.
- El acosador realiza continuamente comentarios machistas como, por ejemplo, “las mujeres deberían estar en su casa”.
- El acosador critica sistemáticamente el trabajo de las mujeres y alaba el de los hombres.
- Presiona a las mujeres y les duplica la carga de trabajo.
- Asigna a las mujeres trabajos sin importancia o las humilla con trabajos menores, poniéndola en ocasiones al servicio de compañeros varones de igual rango. Ejemplo: “Anda, Ana, ya que eres la única chica, ve a traernos unos cafés”.
- Asciende siempre a los hombres a puestos superiores, independientemente de la valía de las mujeres aspirantes al puesto.
- En caso de reducción de plantilla, siempre elige despedir a alguna mujer, lo que provoca el miedo en las demás empleadas a ser la siguiente.
Aunque con menos frecuencia, también pueden darse casos de violencia de género en los que el acosador sea una mujer y la víctima, un hombre. Dado que el estilo de ataque de las mujeres acosadoras es más indirecto, se basará en comentarios y calumnias, en los que suele utilizarse la acusación de que la víctima es un machista, sea real o no.