Swingers, un ambiente al desnudo: No habia ninguna cosa que afirmar pero ese argumento fue la obligacion emocional asi­ como humoristica extra a lo que vendria despues.

Nunca habia ninguna cosa que decir No obstante ese asunto fue una carga emocional asi­ como humoristica extra a lo que vendria despues.

Las reglas en HD son similares a las del resto de establecimientos swinger –eso si, de cierto nivel Con El Fin De arriba– que Tenemos en el universo.

Esencialmente, se prostitucion de un hotel nudista predispuesto de el voyeurismo (analisis sobre otros entretanto tienen sexo) y el moda swinger (intercambio sobre parejas). No se Posibilitan, eso si, visitantes solos. Cualquier lo que se de dentro de las participantes tiene que ser consensuado asi­ como un no es un nunca.

Sobra declarar que nunca Tenemos lugar Con El Fin De la prostitucion ni de drogas de el menor tipo. Expenden todo prototipo sobre licores y ofrecen trabajo de restaurante casi las 24 horas. Segun este la movida nocturna, que las fines de semana puede ser bastante intensa.

Inclusive ahora, el sitio nunca habia permitido el comunicacion total a la prensa ya que Victor Hugo tenia cualquier desconfianza en el tratamiento del asunto que cada vez seri­a menos tabu pero, hay que decirlo, sigue siendolo.

No obstante, finalmente acepto abrir las puertas de par en par debido a que el modo de pensar swinger invariablemente genera intriga e interes, asi­ como decidio que la Revista Dominical podia mostrar una vision integral y seria sobre un moda sobre vida que, a estas alturas de el siglo XXI, cada vez parece tener mas adeptos.

Otra de las reglas para transitar por las areas sobre piscinas y las spa (que son las areas de gran actividad sexual, si bien en la discoteca ademas se podri­an dar encuentros) es andar, a lo sumo, con un pano en la cintura ( los hombres) o en el torso (las hembras).

Ver publico vestida en HD evoca el asombro sobre aquella archi famosa oracion en la banda El sexto sentido (“veo muchedumbre muerta”). Es decir que son las mujeres mГЎs calientes del mundo, la desnudez es parte intrinseca de el paisaje asi­ como sobre la dinamica.

Al final de la tarde bien yo habia conversado con varias parejas en las vidas igual que swingers, confortablemente ubicados en las mesitas dispersas en la discoteca.

Sin embargo, Adrian estaba sumamente inquieto por motivo de que sentia que carecia de insumos graficos que acuerparan las revelaciones sobre los entrevistados.

Ya un poco desesperado, a la longitud de estas 8 de la noche y con cara sobre angustia me espeto: “Yuri, vamos a tener que ponernos las benditos panos. Vestidos no vamos a lograr entrar a las spa. ”.

asi­ como yo “(Glup) ?Eeehhh debido a yo estoy haciendo mis entrevistas, se lo pondra tu!”.

No obstante no. En el extremo, sabia que tocaba. Especialmente cuando Victor Hugo se acerco a pedirnos que “por favor” nos quitaramos la ropa (opcional era envolvernos en los panos), aunque que era muy anomalo asi­ como Incluso intimidante Con El Fin De los clientes ver multitud vestida asi­ como Con El Fin De peores, ensuetada.

Veinte minutos luego, como quien va para el patibulo asi­ como en Algunos de los episodios sobre mayor vulnerabilidad en la noche, regresamos a la discoteca, cada individuo envuelto en su dichoso pano azul.

– “Somos las swinger mas trash sobre este lugar”, dijo Adrian. asi­ como de nuevo, nos reimos por nunca sentir. del patatus.

Llego la ocasion del itinerario por las areas sobre gran actividad. Horas antiguamente, en la tarde, habiamos conversado con Hellen Miranda asi­ como su conyuge, Gerardo Marin (los administradores de el punto, de los restaurantes, etc, una clase sobre ujieres que manejan el lugar con gigantesco relacion). Fue la entrevista mas fallida sobre mi vida.

A la segunda o tercera pregunta me percate de que nunca habia caso en indagar en aquello sobre “que se siente trabajar observando multitud chinga” o “no les afecta igual que pareja, ?ustedes son swingers ademas?”. Hellen se encogia de hombros entretanto contestaba que nunca y que ellos estaban habituados, que era algo “normal”.

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