¿Cómo reconocer si en su empresa se está produciendo mobbing?
Por desgracia, en muchos casos de acoso laboral, el empresario o dueño de la organización es el último en enterarse de la situación, cuando sería el más indicado e interesado para frenar el problema. Decimos que sería el más indicado ya que cuenta con el poder suficiente para cortar las actuaciones del acosador y su grupo de seguidores de raíz. Y decimos que es el más interesado porque, a pesar de que muchos de ellos no muestran interés en analizar las relaciones entre sus trabajadores, deben ser conscientes de que los casos de mobbing repercuten negativamente en la productividad e imagen de su empresa y de que pueden acabar recayendo sobre ellos responsabilidades laborales, civiles y penales.
Por ello, es muy importante para los empresarios detectar y eliminar cuanto antes los casos de mobbing.
Para poder reconocerlos, podemos servirnos de las siguientes preguntas:
- ¿Ha notado cambios bruscos en la conducta de algún empleado?: Si un trabajador que antes tenía una conducta alegre y social comienza a comportarse de forma retraída y parece apático o irritable, podemos estar ante un caso de acoso laboral.
- ¿Algún trabajador parece marginado o excluido del grupo de trabajo?: Los acosadores suelen conseguir la complicidad del resto del grupo para hacerle el vacio a la víctima. Por ello, si un trabajador no se relaciona con los demás, puede estar siendo víctima de acoso laboral.
- ¿Ha percibido comportamientos inadecuados?: Los conflictos interpersonales son normales en las empresas pero también pueden estar indicando un caso de acoso laboral. Si es testigo de gritos, amenazas, insultos o humillaciones (sobre todo si se repiten), no debe mirar hacia otro lado pensando que es un conflicto personal que ya solucionarán entre ellos.
- ¿Algún trabajador está solicitando bajas frecuentes y prolongadas?: El estrés provocado por el mobbing repercute en el trabajador tanto a nivel psicológico como físico. Por ello, si un trabajador que no solía faltar al trabajo empieza a sufrir muchas bajas (aunque éstas no sean por causas psicológicas), debemos investigar qué está ocurriendo. La ansiedad causada por el acoso laboral suele manifestarse de forma somática causando cefaleas, cansancio generalizado, dolores musculares…
- ¿Ha disminuido drásticamente el rendimiento de algún trabajador?: La tensión que sufre alguien que está padeciendo acoso laboral provoca una brusca bajada del rendimiento. Ante esta señal conviene estar alerta.
- ¿Ha recibido quejas de un empleado sobre el comportamiento de alguno de sus superiores?: Cuando quien realiza el mobbing es un superior, cuenta con mucho poder para dañar a su víctima. Por ello, si recibe quejas de un empleado sobre asignación excesiva de trabajo o de funciones demasiado complejas, órdenes absurdas, amenazas de procedimientos disciplinarios o bajas valoraciones de su rendimiento, debería investigarlo. Es muy posible que su empleado le esté pidiendo ayuda para superar una situación que no puede resolver por sí solo y que le está destrozando.
- ¿Ha recibido comentarios o sugerencias sobre problemas en la empresa?: Para los empleados es muy difícil denunciar que un compañero está siendo víctima de mobbing. Entre ellos se instala el miedo a ser la próxima víctima, lo que instaura una especie de “voto de silencio”. Por ello, cualquier indicación que le haga un trabajador, aunque sea muy sutil e indirecta, acerca de problemas en el clima de la empresa, debe ser muy tenida en cuenta.