Consecuencias del mobbing para la empresa
Las consecuencias negativas del acoso laboral no afectan sólo a la víctima, sino que toda la organización sale perdiendo con ello. Es posible que, si las empresas y sus directivos se hiciesen conscientes de estas pérdidas, pusiesen más empeño en atajar de raíz estos problemas y que, algunas de ellas, dejarían de usar estas técnicas con el único fin de ahorrarse la indemnización por un despido.
Explicaremos a continuación algunas de estas consecuencias:
- Pérdida en productividad, recursos humanos e ingresos causada por la reducción del rendimiento y las bajas médicas de los trabajadores acosados.
- Mal clima laboral: Las situaciones de acoso, sobre todo si son continuas y sistemáticas, provocan un ambiente negativo en el que impera el miedo y la desconfianza. Los compañeros que no participan en el acoso, viven con el miedo a ser las próximas víctimas, lo que les hace perder motivación, confianza y capacidad de cooperar y trabajar en equipo. Esto también provoca que los empleados no se sientan identificados con la empresa y que busquen un lugar mejor, lo que provoca una mayor rotación de personal, con los consiguientes gastos de búsqueda de empleados, contratación, formación…
- Costes en productividad, salarios y bajas del trabajador acosado: El trabajador acosado trabaja menos (ya sea porque no puede o porque no se lo permiten) por lo que produce menos a la empresa.
- Mayor tasa de accidentes: La falta de concentración y la ansiedad provocan pérdidas de atención que pueden desencadenar en accidentes laborales.
- Mala imagen: Una empresa en la que sus trabajadores estén preocupados por el acoso laboral producirá menos productos y estos serán de peor calidad, ya que todo el proceso productivo queda afectado por el clima de tensión y acoso. Esto provocará una pérdida de prestigio y de clientes para la empresa. Si, además, las situaciones de acoso son promovidas desde los puestos altos de la organización y esto acaba saliendo a la luz, la imagen pública de la empresa puede quedar dañada para siempre.