Precauciones en la empresa
Desde la propia organización de la empresa se deberían hacer todos los esfuerzos posibles para evitar la aparición de situaciones de acoso laboral. Lejos de ser un conflicto personal que se solucionará entre los propios trabajadores, como muchos empresarios se empeñan en creer, se trata de un problema que afecta a la empresa en muchos de sus ámbitos (su productividad, el clima laboral, la imagen que se ofrece al exterior…)
Por ello, la dirección de la empresa, los directivos, los supervisores y los jefes de equipo deberían tener como una de sus principales funciones la detección y prevención de este tipo de situaciones.
De cara a la prevención del mobbing, se pueden tomar las siguientes medidas:
- Educar a los directivos de todos los niveles en estrategias de resolución de conflictos
- Formar a los líderes en habilidades directivas
- Informar a los trabajadores y mandos sobre el acoso laboral
- Conseguir la participación efectiva de los trabajadores
- Aumentar la autonomía de los trabajadores
- Definir de forma clara y sin lugar a equívocos las tareas de cada empleado y las funciones, lugar y condiciones de trabajo.
- Planificar y diseñar las relaciones sociales en la empresa
- Motivar las buenas relaciones laborales mediante incentivos
Por último, es muy importante que los posibles acosadores conozcan la política de la empresa ante estas situaciones. Por ello, una declaración expresa de la dirección en la que ésta manifieste su total rechazo a las conductas abusivas y el acoso laboral, pueden persuadir a los posibles acosadores y prevenir muchos casos de mobbing.
Si, aun así, se produjera algún caso de acoso laboral, la rápida detección por parte de la empresa y la aplicación de las sanciones pertinentes mostrarán claramente que su declaración no se queda en palabras y que dichas acciones no van a ser toleradas.